En 26, Mercurio entra en el signo de Leo, la comunicación adquiere un tono más directo, entusiasta y lleno de personalidad. De esta manera, el planeta de las ideas, los discursos, los intercambios y los pensamientos se encuentra con el signo del brillo, del coraje y la autoexpresión. El resultado es un tránsito que invita a todos a hablar con más pasión, convicción y carisma. Además, durante Mercurio en Leo, se nos anima a tomar una posición firme, defender nuestras ideas y mostrar al mundo lo que nos hace únicos. Ven a aprender más sobre este tránsito.
Mercurio en Leo: cómo este tránsito activa la comunicación
Comunicación con confianza
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En primer lugar, Mercurio en Leo trae una energía que ayuda a superar la timidez y el miedo al juicio. De este modo, las palabras ganan poder cuando van acompañadas de emoción verdadera y presencia. Es hora de salir de la neutralidad y dar voz a lo que arde dentro de ti.
Quienes trabajan con creación de contenido, liderazgo, ventas, arte o necesitan destacar en la palabra, pueden sentir este tránsito como una inyección de ánimo. Después de todo, durante este período es más fácil encantar y dejar tu huella.
Cuidado con los exageros
A pesar de ser un tránsito poderoso para comunicar ideas, Mercurio en Leo también puede intensificar el ego. Hay una tendencia a querer tener la última palabra, monopolizar conversaciones o convertir todo en un drama. De este modo, el equilibrio emocional y astrológico se encuentra en usar la autoconfianza como fuerza, sin perder la escucha y la humildad.
Creatividad y autovalorización
Por último, Mercurio en Leo es una invitación a brillar a través de la palabra. Ya sea en conversaciones íntimas o en grandes audiencias, esta energía te impulsa a decir lo que sientes con seguridad y presencia. Además, es hora de expresar tu verdad con el corazón abierto y utilizando las influencias leoninas a tu favor.
El momento favorece la autenticidad y el coraje, los lanzamientos, proyectos propios y contenidos inéditos. Recuerda: las palabras apasionadas convencen más que los discursos fríos.