El 22 de julio, la Iglesia Católica celebra el Día de María Magdalena. La fecha en su memoria fue instituida en 2016, a pedido del Papa Francisco. Su propósito es honrar a la apóstol de los apóstoles, ya que su presencia junto a Jesús y su intensa dedicación cristiana ayudaron a difundir el amor divino. Por lo tanto, ven a conocer más sobre la historia de María Magdalena y las poderosas simpatías relacionadas con ella.
María Magdalena en la Biblia
María Magdalena aparece junto a Jesucristo en momentos muy importantes de la Biblia. En el capítulo 7 del Evangelio de Lucas, hay un pasaje bíblico común en todos los evangelios. En este, una mujer se acerca a ungir a Jesús. Según el pasaje, quien unge los pies de Jesús es una mujer de la ciudad, una pecadora. Su acción es de arrepentimiento y amor. Las Sagradas Escrituras también revelan que María Magdalena estuvo cerca de la cruz, junto con la Virgen María, durante la crucifixión.
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En los evangelios de Juan, Lucas, Mateo y Marcos, Magdalena fue elegida como la primera testigo de la resurrección de Cristo. Las Escrituras también afirman que fue la primera en ver a Jesús resucitado, poco después de encontrar su tumba vacía. Los evangelios coinciden en afirmar que María Magdalena permaneció junto a la cruz durante la crucifixión de Jesús y que regresó al sepulcro de Cristo el domingo por la mañana.
Simpatías de María Magdalena
Para pedir fuerza y sabiduría
En primer lugar, enciende una vela roja de siete días. Luego, colócala en un vaso junto a dos rosas rojas bien abiertas. Ahora, esparce los pétalos de una rosa rosada alrededor de la vela. ¡Concentra tu mente y enciende la vela! Durante todo el proceso, visualiza tu petición por sabiduría, fuerza y poder de María Magdalena.
Baño de María Magdalena
Primero, hierve un litro y medio de agua. Luego, añade 3 hojas de laurel y deja hervir durante 3 minutos. A continuación, agrega salvia seca y deja hervir durante dos minutos más. Apaga el fuego, coloca los pétalos de una rosa roja y deja reposar durante 20 minutos. Cuando el agua esté tibia, cuélala y reserva los pétalos del baño de María Magdalena. Toma tu baño de higiene y, después, vierte el agua con los pétalos rojos sobre tu coronilla, pensando en la sabiduría, la fuerza y el poder.